La trayectoria conjunta de Ruth Alvarado y Oscar Borasino abarca obras icónicas como el edificio de la sede regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Iglesia Sagrado Corazón, el Club La Honda y una serie de casas y edificios particulares que conforman elocuentes argumentos del discurso arquitectónico sudamericano de los últimos cuarenta años.
R.A:
Este proyecto ha sido para nosotros una interesante oportunidad de trabajar en una zona muy atractiva de Miraflores por su cercanía a la Huaca, por ser un barrio de gente joven donde hay muchos colegios, oficinas y actividad comercial. Nos parece que la zona tiene una densidad apropiada, buen acceso a áreas verdes y, sobre todo, una escala oportuna en cuanto a constructibilidad. Las calles quedan como íntimas, bastante residenciales, pero al mismo tiempo muy bien atendidas por oferta comercial y de entretenimiento.
O.B:
Además, se trata de una zona que se está consolidando coherentemente con edificios de mediana altura, definiendo claramente las calles y la espacialidad. En ese sentido, el diseño de este proyecto nace con la intención de integrarse y aportar a esta comunidad dentro de los lineamientos preexistentes. Por ello, el proyecto plantea un gesto de integración urbanística en su configuración, al desplazar una parte de la torre hacia el interior, generando un espacio público que le da a la calle un desahogo hacia una pequeña plaza que lo conecta al edificio.
R.A:
La plazoleta facilita un empalme amable con las estructuras vecinas y regala algo de espacio a la ciudad, lo cual enriquécelos atributos de sostenibilidad del edificio. Pensamos que es una idea contemporánea de generosidad hacia la ciudad.
OB+RA | |
Premio Internacional de Arquitectura de Quito | 1992 |
Premio Nacional de Arquitectura Hexágono de Oro | 2004 |
OB+RA |